La matrícula está formada por una combinación de números y letras que son algo así como el Dni del vehículo.
Desde el año 2000 en que se adoptó el nuevo sistema, ya apenas se ven matrículas con las siglas de las provincias. El código alfanumérico de las matrículas no tiene significado alguno y permite tener bajo control la información sobre el vehículo y datos de su propietario.
Se compone de 4 números y tres letras que van después de la banda azul con la letra del país europeo al que pertenece.
Las posibilidades o combinaciones de estos números permiten hasta 80 millones de combinaciones. Así, hasta dentro de 40 años se estima que no hará falta volver al número de partida o cambiar de sistema.
Las letras tienen una peculiaridad. Comienza siendo BBB y acaba como ZZZ, pero las vocales no entran en este sistema para evitar combinaciones malsonantes y siglas que tuvieran algún tipo de significado (combinaciones que den lugar a comentarios malintencionados, como ANO, PIS… o nombres propios, como EVA o ANA). Tampoco aparecen las letras LL y CH, que forman parte del abecedario español.
Ni la Ñ, por confundirse con la N, ni la Q, por posibles confusiones con la O y el número 0, tienen su espacio en las matrículas. De esta manera, quedan excluidas 9 letras del abecedario: A, CH, E, I, LL, Ñ, O, Q y U.
Lo que significan
A través de los números y letras de una matrícula la Guardia Civil, los policías municipales, etc. pueden conocer el nombre del propietario del vehículo, si tiene el seguro en vigor, el estado de la ITV, multas, etc. Pero, además, se puede conocer la antigüedad del vehículo tal y como puedes observar en la tabla adjunta.
Curiosidades:
Las placas de matrícula más caras del mundo
El código alfanumérico no es de libre designación. En España es la DGT la encargada de facilitarlo y adjudicarlo a cada vehículo que sale de fábrica. Sin embargo, hay países como EEUU o Reino Unido donde es posible personalizar la matrícula, es el conductor el que elige cuál y paga por ello. La compra.
Mike McCoomb pagó 373.000 de euros por el número de matrícula ‘M1’ en 2006. Parece ser que la matrícula se compró como regalo de cumpleaños para su hijo de 6 años, pese a que no podría conducir hasta dentro de otros 11 años. Un hombre de negocios libanés, Nabil Bishara, afincado en Londres, un año antes de que el grupo «One Direction» se formara. La combinación de una letra y un número hace que sea una pareja muy costosa, por lo que Nabil pagó 398.000 de euros para hacerse con ella. No obstante, esta placa no era para su uso personal; era en realidad un gesto romántico hacia su esposa, para que la colocara en su Rolls-Royce.
El caso más conocido es el de Afzal Khan, que logró superar el récord de Mike McCoomb de la placa de matrícula vendida más cara en Reino Unido cuando compró ‘F1’ por 498.000 de euros en 2008. La placa está ahora en su Mercedes SRL McLaren, que es uno de los muchos vehículos que tiene. El Sr. Khoury, que vive en los Emiratos Árabes Unidos, se gastó más de 4 millones en una placa de matrícula con el único dígito ‘5’ en 2007. Esta placa de matrícula se compró para colocarla en uno de los 6 Rolls-Royce que tiene. En 2008 el Sr. Ghaffer Khouri, que también es de Emiratos Árabes Unidos, estableció el récord de la placa de matrícula más cara jamás vendida cuando compró el «1» por más de 8 millones de euros.